jueves, 14 de diciembre de 2017

Quinto diente: una noche entera sin dormir y varios días con quejidos

Hace una semana que le empezó a salir el quinto diente (un incisivo superior) y no solo ha estado más tontica de lo normal sino que se enfada por cualquier cosa y solo quiere teta y llorar, teta y llorar. 
¿Dormir? ¿Qué es eso? 




Pues bien, la primera noche fue intensa. Nos pilló fuera de casa, nos íbamos de vacaciones unos días y pasamos la primera noche en un hotel con una cama enorme, tan grande que mi chico y yo nos mirábamos sonriendo y pensando "hoy sí que vamos a dormir bien los tres aquí....". Con el frío de la calle se la veía tranquila, pero al llegar la noche no pillaba el sueño, así que tetica y más tetica (como casi siempre). Y cuando al fin se durmió, entonces me preparé para caer rendida yo. Pero a los pocos minutos ya estaba dando vueltas y quejándose. Pues venga, sacamos la tetita de nuevo, a ver si se tranquiliza chupando un poco. Pero desde ese momento ya no se soltó en toda la noche. 

Sí, qué escozor...! Me pasé la noche alternando un pecho con el otro para que fuera succionando. Ya se sabe que es alimento, consuelo y gustirrinín. Pues yo esa noche creo que era todo menos alimento, pues no sentí hinchados los pechos en ningún momento, no me dio tiempo a ello, ni tampoco sentía como si mamara. Más bien me enganchaba y no soltaba, y a veces succionaba, pero no como para mamar, sino como chupando un chupete... ¿Cuándo ha aprendido eso? Ella nunca se ha bebido un biberón, ni le han gustado los chupetes, y ahora va y me hace eso a mí en los pezones!! Pues sí que duele oiga!! Y claro, yo intentaba hacer como cuando se le enseña a mamar al principio a un bebé recién nacido, la soltaba para que no me hiciera daño, pero nada, se ponía a gritar y de nuevo se enganchaba mal.

Total, toda la noche intentando dormir con una lapa en los pezones. Y digo intentando porque no soy consciente de haber dormido más de 20 minutos seguidos. Y por su puesto no descansé, y claro, ella tampoco.

Crees que después de lo mal que lo pasan con los cuatro primeros dientes el resto no serán lo mismo y ya estarán acostumbrados, pero no es así. De hecho lleva ya una semana con este quinto diente que no acaba de romper la encía del todo, y ahí está, empujando y dando por saco a madre e hija. No es que hayamos vuelto a tener una noche como aquella, pero sí que se nota que cada día la niña ha de estar dormida para que en casa haya paz, porque si no... llantos, quejidos, que no son de dolor, pero puede que sí de molestia, pues con distracción o sus padres haciendo el payaso acaba riendo y siendo la niña más mona y maja del mundo entero. Pero como tengamos que separarnos de ella un momento, sobre todo yo, su madre, ya la lía parda... 

¿Cambiarle el pañal? Pues otro suplicio, y eso que esta vez no se le ha irritado el culito, pero hay veces en las que no le mola, o no le da la gana que lo hagamos, y en lugar de cambiar un pañal a un bebé parece que estamos matando un cochinillo. Grita, se retuerce... e incluso a veces va a arañarnos o a mordernos si nos pilla!! Habrase visto cosa igual?

Solo pensamos en que si a nuestros peques les duelen la salida de los dientes como a nosotros cuando tenemos un dolor de muelas, pobrecitos... Pero cuando les ves felices al pecho o entretenidos con cualquier otra cosa, piensas: ¿De verdad le duele como para darle medicación? ¿O me aguanto y saco la teta de nuevo cuando se queje o se aburra? Pues eso, que como yo no soy de medicarla si no es estrictamente necesario, así me hayo, con el pecho fuera y la niña en brazos casi todo el día.  Y cómo no, me pregunto si lo estaré haciendo bien, y es cuando una mirada picarona que sujeta mi pezón con los dientes me responde con una risita. Y respiro feliz.


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