martes, 26 de septiembre de 2017

Lo que le gustaba ayer ya no le gusta hoy

Recuerdo cómo me entusiasmé ayer cuando le di a probar mandarina a la peque y se la comía sin rechistar. Incluso se lanzaba a mi mano para pedirme más. Pero hoy, se la he ofrecido y no ha querido ni olerla.

experiencia con mandarina

Ni ofreciéndosela yo como ayer, ni dejando que ella la cogiera, siempre el gajo de mandarina bien limpio sin nada blanco ni piel. Eso sí, la mesa de la trona ha quedado guapa guapa, por no hablar del suelo y de su pelo. Al menos todo huele muy bien.

Y es que nunca se sabe con ella. Lo mismo nos pasó hace unos meses con el plátano, que es una de las frutas que creíamos que más les gustaba a los bebés. Además se lo ofrecimos tipo BLW, y se lo pasó pipa. Comió plátano, jugó con él y su textura, se embadurnó la cara... y reía.
Pero cuando se lo hemos vuelto a ofrecer en otras ocasiones no lo ha querido. O ha probado algo que llevara plátano y ha rechazado comer más.


Dicen que se les debe ofrecer los alimentos esperando que los prueben y nos hagan saber si son de su agrado o no. Vale, bien. Pero nadie nos dice que estos bebés cambien de opinión sobre sus gustos tan a menudo, y eso vuelve locos a los padres, o al menos a nosotros sí.
Entonces? Lo prueban para ver si les gusta en el futuro? No, no, no. Lo prueban para ver si les gusta en ese momento. Y eso si deciden probarlo, pues lo que más rabia da es que ni lo prueben!

Ellos deben de pensar algo así:
"Aún tengo sitio en la barriga y me aburro, voy a abrir la boca a ver qué es esto que mamá/papá tiene delante de mi. Me está sonriendo demasiado, así que no me fío, pero lo probaré. Si me gusta me lo trago, si no, lo empujo con la lengua y listo. Pero que no se piense que si me lo como es para que me lo de todos los días. Venga, voy a probarlo."
"Bueno, no está malo. Pero tampoco es para tanto. A ver otro poco más... Uff, ya me cansé. Que no me ofrezca más, que lo quite de delante de mi. Pero qué pesada/o es... Que no mamá/papá, no ves que no quiero más... Pero dónde vas con esa cantidad? Es que nadie te explicó lo que es una cata? Pues eso... Ains... padres..."

Sí, sí. Y no es que nos tomen el pelo. Es que en realidad viven con nosotros pero en una realidad paralela muy diferente. No atienden a cosas preferidas sino que juegan con la probabilidad. No es que haya algo que siempre les guste, sea comida o juguete, sino que hay cosas que les gusta más veces que otras. Así que no hay que fiarse. Tienen un criterio que nunca entenderemos, y por mucho entusiasmo que pongan un día con una comida en concreto, no es seguro que esa situación se vuelva a repetir.

Bueno, en realidad la peque sí que tiene un alimento y juguete preferido: el pecho de mamá. Qué miedo cuando se de cuenta de que eso no es para siempre...

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