La eterna espera de la fase lútea

Desde bien jovencitas se nos dice que un ciclo menstrual ha de durar de media 28 días,
y que se ovula a mitad de dicho ciclo...

¡Qué tonta te sientes cuando descubres que eso no es así!

Y es que hay que tenerlo muy claro, hay que estar ya del todo decidida a engendrar una vida para entrar en foros, buscar webs, leer libros de concepción... y aprender qué es eso de la fase lútea.
Es más, en pocos meses te conviertes en una experta de tu ciclo menstrual, que, de no quedarte embarazada, casi eres capaz de predecir a qué hora de qué día y dónde va a aparecer la primera manchita roja... grrr... y saberlo con tanto acierto nos saca bastante de quicio.

La etapa más larga del ciclo tiene pocos días

Y sí, esa época entre el día que ovulaste y el día que "ha de" llegar la susodicha regla se hace larrrrrga. Tan larga que por eso lo llamo época, porque da tiempo a que llueva, nieve y salga el sol, da tiempo a reir y a llorar, da tiempo a planificar el parto y la crianza, da tiempo a dar la vuelta al mundo... sí, bueno, al menos en nuestras cabezas pensantes... Son entre 11 y 15 días en los que intentas no tomar medicamentos, no beber alcohol, comer sano, no excederte en hacer deporte... y sobre todo no estresarte, lo cual impide que te relajes. El mero hecho de CREER tener una razón para estar nerviosa y expectante es la razón por la que conseguir relajarse es imposible, pues estás en una sala de espera sin saber si el embarazo te llamará o tendrás que irte por donde has venido, como el mes anterior... y aunque cada día algo más cansada, lo afrontas con ilusión.

El tiempo es relativo

Cuando estás en la fase lútea, esperando a poder leer un resultado positivo en un test de embarazo al final de la misma, los días son más largos que cuando piensas que ese mismo día en el que debería llegarte el periodo tienes una reunión que no has preparado, o un examen que no has estudiado y piensas ¡Madre mía! ¡No me va a dar tiempo! ¡No queda nada!

Comienza la fase lútea y vemos los siguientes 15 días como un futuro lejano en el que podemos, si queremos, intentar descansar la cabeza, pensar en otras cosas. Y deseamos que llegue el día en que nos sorprendamos porque nos damos cuenta que tenemos un retraso...
- Vaya, ¿de cuánto? Vaya! de tres días... y no me he dado cuenta! Bueno, me haré un test de embarazo.- piensas que te dirás a ti misma toda relajada casi tres semanas después de haber ovulado.
Pero la realidad es muy distinta. Comienza la fase lútea y buscas los test de embarazo para tenerlos a mano. Entras en los foros para comparar cada dolor, sensación y estornudo con las mujeres que registraron los síntomas el mes que quedaron embarazadas. Buscas información extra en libros ¿Fase lútea corta? ¿Omifín? ¿Progesterona? Y revisas dos veces al día mínimo si hiciste bien los deberes con tu pareja cuando se suponía que tocaba , así que revisas temperaturas, test de ovulación, relaciones sin protección... hasta que el día 9 de tu fase lútea, aún sabiendo que lo normal es tener la temperatura alta, que es casi imposible tener un positivo en un test de embarazo (TE) y que en la realidad en ese tiempo es difícil que aparezca síntoma alguno:
- Mmm ¿por qué esperar a hacer un TE a dentro de 5 días? Tal vez yo sea la afortunada que detecte que estoy embarazada antes que cualquier método fiable.
Te haces entonces el test, y como era de esperar sale negativo, y te consuelas:
- Si ya me lo imaginaba. Es demasiado pronto para que salga positivo. Me haré el test de nuevo solo cuando tenga la falta.
Y aún con esta promesa, al día siguiente, nada más levantarte, te hayas haciendo pis en un vasito, medio dormida, y metiendo una tira TE en él esperando de nuevo el ansiado y casi imposible positivo.

Ver: Cambios en la duración de la Fase Lútea - Pólipo

Lo dicho, la fase lútea es esa época en que algunas mujeres desearían

que los días tuviesen menos de 20 horas.

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